Probablemente una de esas noches de desvelo en donde no puedes dormir has tratado de querer contar ovejas para dormir, pero observabas que avanzaba el tiempo y no encontraste una forma de dormir. Es una costumbre que ha ido pasando de generación en generación de las madres que nos dicen que si no podemos dormir vayamos a contar ovejitas, sin embargo, esta técnica ha sido refutada por los científicos quienes llegaron a la conclusión de que contar ovejas para dormir no tenía efecto entonces ¿de dónde nació esta popular creencia que si funcionaba?
El origen de contar ovejas para dormir
El origen de como sucedió es algo dudoso, pero la mayoría de las teorías apuntan hacia una antigua anécdota que se relataba a los niños antes de dormir y que tenía una estructura que se iba repitiendo cada vez que se contaba con la diferencia que el final era distinto. Mencionar que siempre sucedía algo que la historia no terminara y como se entiende los relatos cambian o se van deformando con el tiempo según el intérprete que lo transmite, por eso es que hay adaptaciones tan distintas.
Entre estas adaptaciones sobre contar ovejas para dormir podemos contar la historia de un pastor que contaba con un rebaño lleno de muchas ovejas y que tenía en sus manos la tarea de transportarlas hasta el otro lado del rio por medio de un angosto puente. En eso las ovejas iban transitando una por una y el pastor encargado del rebaño debía enumerarlas para estar seguro de que hubieran pasado todas. Eran muchas ovejas las que iban pasando hacia el otro lado que mientras el adulto relataba la historia el niño que estaba escuchando conciliaba el sueño.
Incluso Miguel de Cervantes rinde tributo a estas narraciones que no tienen desenlace cuando Sancho panza le cuenta a don Quijote un suceso parecido, pero con la diferencia de cabras en lugar de ovejas.